
El camino más largo: este es el nombre del último C.D de No Te Va Gustar, que le están haciendo propaganda desde el año pasado. Obviamente, dado mi fanatismo por dicho grupo de rock, conseguí entradas para ver la presentación de este nuevo disco.
El día del recital, 14 de marzo, estuvo gris, nublado y amenazante de lluvias. Me bajé del ómnibus en el Hospital Británico, pues es ahí donde me iban a dar las entradas unos conocidos. Luego caminé esas pocas cuadras hasta el Velódromo. Ya eran las siete menos diez y el recital supuestamente comenzaba a las 7. Había una cola de cuadras frente a la puerta principal. Dado mi aberrante odio hacia las filas, decidí ir a Avenida Italia a buscar un lugar para comer algo cosa de matar el tiempo mientras las masas de gente entraban; de manera de encontrar la puerta vacía cuando yo llegara. Me instalé en uno de esos puestos grises vendedores de sana comida como los son los panchos, chorizos y hamburguesas, de una excelente calidad. Ahí me compre una voluptuosa hamburguesa con jamón, queso, tomate y choclo por 35 pesos. Cuando terminé ese manjar de dioses decidí volver al Velódromo a ver como venía el tema de la fila.
Miro al cielo, y veo intensos nubarrones que amenazan con lluvia, me pongo la campera por el frío, me sostengo el gorro para que el poderoso viento no me lo robe. Mientras camino hacia el recital veo más gente de lo común caminando en dirección opuesta a mí, hacia Avenida Italia. Cuanto más camino con más gente me cruzo. Pienso, “Seguro son los hinchas de Nacional, que acaba de terminar su partido con Racing y van para Avenida Italia para luego dispersarse”; pero es difícil creer en este pensamiento cuando en vez de la camiseta de Nacional esta gente tiene la remera de NTVG. Creyendo lo peor, freno a una persona y le pregunto,
-¿Se suspendió el recital?-
-Sí, para mañana a las 7- me responden.
La verdad es que no entiendo cual es el punto de esperar hasta las 7 siete de la tarde, esperar a que todos los rockeros se preparen y se pongan en filas de miles en el Parque Batlle para suspenderlo. Si hay alerta meteorológica, ¡suspéndanlo a las 5 de la tarde! No esperen a que estemos todos parados a cinco metros de entrar para decirnos que se suspendió. Aparte, a la hora de planear un evento de esta magnitud, ¿no se meten en internet para fijarse como va a estar el tiempo? Digo, es algo básico. Yo voy a organizar un asado y me fijo como va a estar el día, los organizadores de un recital podrían hacer lo mismo…
Así fue como, luego de enterarme de la suspensión del show, volví al carro de comida y me compré otra de esas desagradables hamburguesas, simplemente por despecho, que me cayó como patada al hígado, y ahora, horas después, estoy sintiendo las consecuencias…
En conclusión, no debo enojarme por la falta de organización del concierto pues eso solo me generaría mala sangre. Tengo que entender que vivo en Uruguay, lo que significa que estoy rodeado de uruguayos, y me tengo que acostumbrar a que todo este mal hecho.
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