Es verdad que para que el país se desarrolle y crezca económica, política y socialmente, es muy importante mirar a otras naciones más desarrollados para observar y adoptar otras actitudes, teniendo como finalidad mejorar nosotros.
Brasil es un poderoso país y vecino nuestro, por eso sería razonable pensar que un país pequeño como el Uruguay puede adoptar costumbres y actitudes brasileñas. Pero hay solo una cosa que le pido a todos mis queridos compatriotas uruguayos: ¡no adopten la zunga brasileña! A cause de la atestada invasión de brasukas a nuestras playas durante el verano, ya nos estamos acostumbrando a la repulsiva imagen de los gordos brasileños en tanga como una visión cotidiana…
Yo honestamente no entiendo. Quizás tendré una mente muy cerrada, pero no comprendo qué le pasa por su mente al hombre que decide lucir una zunga. Hace muchos veranos que lo vengo tolerando, pero tengo el presentimiento de que este próximo verano, tomare a un zungero por el hombre y le diré, “Flaco, vengo a la playa con mi hija de nueve años para disfrutar. ¿Por qué carajo tenemos que ver tu bulto?”
Además, quizás aquí me excedo un poco, pero siento que este es un tema que debe ser abordado. Todos vemos cómo en verano, más precisamente en la playa, las mujeres andan muy ligeras de ropa, y para todo heterosexual los cuerpos femeninos nos causan atracción, derivando en cierto acontecimiento que ocurrir en una específica anatomía del cuerpo masculino. Este acontecimiento puede ser disimulable usando shorts o bermudas, pero una zunga sí que nos puede hacer pasar vergüenza…
¡No a la zungas!
domingo, 28 de diciembre de 2008
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