lunes, 18 de mayo de 2009

LA GRIPE “CAMBIAN TANTO EL NOMBRE QUE NADIE SABE COMO SE LLAMA”


Gripe porcina, gripe A, AH1N1, gripe mexicana… ¡La verdad es que esta gripe tiene más nombres que la Semana Santa uruguaya! Pero como todo en esta vida hay que tratar de buscarle el humor a este bebe de la Peste Negra.


Esta nueva enfermedad ha causado furor en todo el planeta, teniendo distintas repercusiones según las diferentes latitudes del mundo. En Israel por ejemplo, donde el cerdo es sagrado, consideraron una ofensa llamar a esta peste la “gripe porcina” y propusieron llamarla la “gripe mexicana”.


Mensaje para los israelitas: Aunque los mexicanos sigan en el Tercer Mundo, también tienen sentimientos y los ofende ese nombre, incluso más que a los chanchos.


Obviamente los mexicanos fueron invadidos por un ataque de histeria tras este hecho, y gritaron a los cuatro vientos que eso era inaudito. Este fue uno de los factores por el cual la nueva gripe ahora lleva el nombre de “gripe A”.


Otro hecho que me resultó cómico de esta epidemia fue que en Egipto salieron a asesinar a todos los cerdos. Si algún lector pertenece a Greenpeace creo que me querría degollar por mi apreciación de “cómica” a esta situación, pero no podemos obviar el humor, quizás negro, que nos provoca la imagen de las autoridades egipcias saliendo a matar puercos.


No puedo olvidar de mencionar el hecho de que una página web ya inventó el juego para combatir el “virus” de la gripe porcina, donde el objetivo es vacunar la cantidad máxima de chanchos. Aunque el Dominical de El País catalogó como “de mode” bromear con la gripe porcina, a mí este hecho me produjo mucha gracia.


Si el lector es seguidor de futbol recordará hace un par de semanas el jugador mexicano que comenzó a escupir, tose y sonarse la nariz sobre el rostro de un jugador ecuatoriano, haciendo clara alusión a la gripe porcina. Yo sé que esto causó mucha repercusión en contra del jugador mexicano (hasta fue incluso un factor importante en la descalificación de los equipos mexicanos de la Copa Libertadores), pero tratemos, aunque sea por un minuto, de ponernos en la piel de los mexicanos. No hay discriminación, ni por negros, ni por judíos, ni por homosexuales, que se asemeje a la que están sufriendo los mexicanos hoy en día. En Estados Unidos no pueden trabajar porque los clientes se rehúsan a ser atendidos por mexicanos, en ningún país son bienvenidos, el mundo los ve como el origen de la peste. Y bueno, el ecuatoriano le habrá dicho “andate a esparcir la porcina por el mundo puto” y el mexicano, ya harto de ese tipo de discriminaciones, le empezó a escupir flemas en la cara. Yo no comparto, pero entiendo.

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